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jueves 31 de julio de 2014 - 20h

2 partes : 1 2

JUEVES REPUBLICANOS DE CINE: En construcción

En Construcción (jueves 31 de julio) (125 minutos)

Película de José Luis Guerin (2001), En construcción tiene la rareza de que no tiene argumento, está construida a base de secuencias independientes pero suculentas por sí mismas. Recupera así la tradición de la cámara ojo de Vertov.

Guerin cede su voz al pueblo, nos sitúa en la construcción de un edificio en el Barrio Chino de Barcelona como contexto para crear un retrato fidedigno, desnudo, auténtico de un estrato estigmatizado socialmente, pero al que sabe sacar una hermosura, un encanto, una poesía que dotan a esta película de una calidad poco convencional. Es un relato multilateral, en el que los personajes sólo nos son mostrados en sus presentes, en cómo afrontan el día a día. Sus inquietudes o sus banalidades, sus virtudes y defectos, sin afectaciones y con una selección tan magnífica que sostiene dos horas largas de metraje sin apenas baches que aburran a un espectador asustado ante el término de "cine experimental" y reconciliado con él tras la proyección de esta película.

Es la revancha de un arte que ha buscado en tantas ocasiones el glamour en la ficción, que no se ha dado cuenta de que en la calle, en la realidad más absoluta, hay todo un mundo plagado de una belleza atípica. Un anciano que filosofa sobre sus filias y sus fobias, jóvenes adolescentes que afrontan el amor... Cultura de refranero, sabiduría popular que existe desde que el mundo es mundo. Pero no todo es de color de rosa en este barrio que está a punto de ser destruido para desarrollar nuevos planes constructivos. También se nos muestra una vida de emigración, con gente cualificada intelectualmente que sólo encuentra trabajo como peón de albañil. Es la vida, ni más ni menos.

La cámara tan sólo observa, ni juzga, ni critica; no subjetiviza, refleja y ahí está su gran valor. Diálogos frescos, personajes reconocibles, reacciones cotidianas. No se sabe lo que está escrito, lo que está improvisado o captado. Hay momentos algo menos interesantes, y resulta algo incomprensible la escena final, pero eso no empaña dos horas de diversión realmente enriquecedora. La prueba fehaciente de que existe arte, ingenio, filosofía y humor vagando introvertidamente por los barrios de nuestro país, bajo cualquier disfraz, uniforme, cultura o religión, lejos de los círculos intelectuales o medios públicos. Gente corriente que ofrece una cultura sumergida de valor incalculable.

En suma un mundo de valores cívicos en la pobreza, que va a ser sujeto de destrucción por la construcción de edificios para pijos.

Hecha en 2001, en pleno boom de la construcción, Guerin plantea lo que éste destruye y, premonitoriamente, termina por lanzar a los jóvenes al desahucio y a la calle.

Jueves 31 de julio, a las 20:00 h. en la sede del Ateneo Republicano (C/ Piedad, nº 1-3)


Ciclo de Cine Español Malo según D. Cristóbal Montoro

(el que no le gusta a D. Cristóbal Montoro)

El Sr. Montoro dijo en el Congreso que el cine español era de mala calidad. Como la apreciación de la calidad de una obra artística es siempre subjetiva no hay nada que discutirle. Claro que como son muchos los factores que influyen para hacer la valoración de una película, sí que podemos sostener nuestra opinión contraria.

A la clase dominante, y Montoro es uno de sus fieles servidores, siempre le ha molestado el arte que no sea hecho con afán de divertir y de evasión, presentando un engañoso mundo irreal. Siempre le ha molestado que las artes presenten al espectador la realidad, pues como dijo Lenin la verdad es siempre revolucionaria.

Y desde los últimos cuarenta años destaca el cine español, entre las artes patrias, por ser aquella forma artística en la que la realidad se nos ha mostrado más veces. Pues aunque haya buscado ser evasión y espectáculo la mayor parte de las veces, en otras muchas ocasiones ha sido, casi, la única denuncia que en el mundillo cultural se hacía de la realidad del país. Además, os cineastas españoles han mostrado su compromiso con los ciudadanos, profesional y personalmente durante años, muchos años.

Proponemos un ciclo de cinco películas, las cuatro primeras escogidas entre las que en los últimos veinte años han denunciado la realidad que se quería ocultar tras el tristemente famoso "España va bien" del señor Aznar.

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