EnviariCalCompartir

jueves 25 de abril de 2019 - 19h15

Charla CNT Centenario de la Huelga de la Canadiense, con Javier Antón




Han pasado cien años desde la Huelga en La Canadiense, conocida mundialmente por constituir uno de los mayores éxitos sindicales. La empresa eléctrica de Barcelona "La Canadiense" despidió a 8 trabajadores oficinistas. En solidaridad, 117 trabajadores de facturación pidieron su readmisión y abandonaron su puesto de trabajo tirando los tinteros por la ventana. Así comenzó un proceso que, más allá de la readmisión de los despedidos, logró que en el estado español, por primera vez en el planeta, se impusiese por ley la jornada de ocho horas.

La protesta inicial, que comenzó el 5 de febrero, se fue propagando a más secciones de la empresa y, por efecto contagio, a otros sectores: textil, ferroviario, servicio de aguas y gas, o artes gráficas. Lo que comenzó siendo una huelga de empresa, se convirtió en huelga general. Un conflicto en principio insignificante se convirtió en una lucha titánica entre una amplia coalición que integraba, por un lado, a las autoridades locales y estatales y al capital nacional e internacional, y por otro, a la CNT de Barcelona. La vida en la ciudad quedó suspendida. Alrededor de 4.000 trabajadores fueron encarcelados. Aun así, los cortes en los suministros de energía paralizaron la industria de la provincia de Barcelona durante 44 días. En medio de la escasez de alimentos, los cortes de electricidad y las antorchas encendidas por las patrullas del Ejército durante la noche, la capital de Cataluña se parecía a una ciudad en guerra. Cuando se vio que el movimiento iba a extenderse a otros territorios el gobierno concedió la jornada de ocho horas por ley.


Aunque las ocho horas ya habían sido introducidas en algunos países, sólo se aplicaba a casos concretos, como a los niños de entre 9 y 13 años. Lo que se consiguió en España con el acuerdo firmado en el conflicto de La Canadiense, fue extenderlo a todos los trabajadores de manera universal y obligatoria. Todo fue gracias a la cohesión del movimiento obrero, en concreto al sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT), surgido en Barcelona en 1910 y que pasó de 30.000 afiliados a los casi 750.000 en el año de la huelga. El creciente poder del sindicato llevó a que parte de la burguesía empezase a buscar la alianza con el ejército para acallar la lucha obrera

En vísperas del primero de mayo, que para CNT es, como el 8M, mucho más que un día de fiesta, nos parece fundamental tener presentes las lecciones de aquella gran huelga y resistir a los intentos de la patronal de convertir aquel éxito en papel mojado. Conocer el pasado es fundamental para conseguir el sindicato que la clase trabajadora merece. Por ello, dentro de las Jornadas Libertarias Primero de Mayo, XXI Jornadas Culturales de CNT Valladolid, contaremos con el profesor de historia de la Universidad Complutense Javier Antón para acercarnos a los hechos de la huelga que logró la jornada de 8 horas.